La restauración empezó con la eliminación de las humedades y el embellecimiento de las paredes.
Una vez finalizado este paso, se pintaron las paredes y la cúpula del mismo color en el que estaban.
Tambien viendo el estado del retablo se decidio restaurarlo.
Se doró el retablo de la Santísima Virgen y el dibujo del fondo del retablo. También se le ha dado color a las molduras de los laterales y a las molduras de la mesa de altar. En los dos medallones que tenia el retablo en dorado, se ha pintado el emblema de María en el superior y el escudo de la hermandad en el inferior. Y aqui se puede observar los magnificos resultados obtenidos.